Tesla cambia constantemente sus modelos. No lo hace, normalmente, como marca la tradición con restylings completos, sino que va introduciendo cambios de forma progresiva pero constante. Un Model S actual, por ejemplo, a pesar de que exteriormente parezca el mismo, se diferencia notablemente de mí Model S con poco más de dos años, que a su vez, tiene miles (literalmente) de diferencias respecto a mi Model S anterior (de mediados de 2014).
La mayor parte de estos cambios son tecnológicos (batería, unidad de tracción, sistema de info entretenimiento, controlador del autopilot) pero también los hay mecánicos (suspensiones, apertura de puertas), de comfort (asientos, sistema de AC, tipo de techo) e incluso de diseño (morro, emebellecedores, material consola).
En resumen, no se puede descartar un restyling como tal pero no forma parte del modus operandi conocido de Tesla y, sin embargo, es casi seguro que, independientemente de cuándo te compres el coche, haya mejoras posteriores que te gustará tener, pase lo que pase. No sé si me explico...
Quizás sería buena idea esperar a ver qué se cuenta Tesla en su Battery Day, por si hubiera algún anuncio radical y próximo, pero la realidad es que incluso así, no esperes que ningún Tesla esté a la última durante mucho tiempo, quizás ni un año. La mejora continua (que la necesitan...) y las iteraciones son una constante en Tesla.