Lo que más se nota es en tener que alcanzar la velocidad, una vez alcanzada casi no hay diferencia. Igual que en un térmico, sólo que aquí se nota más.
Por ejemplo, vas a 140, te toca delante alguien que va a 120, quieres cambiar de carril pero justo viene alguien, tienes que frenar y al cambiar el carril volver a alcanzar los 140. Eso que es bastante habitual, te incrementa el consumo una barbaridad.
Conducir con AP y sin AP también se nota mucho, el coche da unos acelerones tremendos en cuanto tiene oportunidad para alcanzar la velocidad objetivo. La mayoría de las veces que ocurre lo que he descrito arriba suelo desactivar el AP, hacer toda la maniobra yo, y en cuanto he llegado a la velocidad a la que quiero ir volver a activar el AP.